Hoy en la clase de Literatura Iberoamericana, además de la genial degustación de alimentos (¡que postre esa gelatina!), varios de los compañeros compartieron cómo fue su experiencia respecto a ellos mismos, los demás integrantes del grupo y el profesor. Fue gratificante que cada uno hablara sobre cómo vivió las cosas; ya que yo no compartí los míos, lo haré a través de este medio.
Las dificultades que enfrenté a lo largo del curso respecto a las lecturas fue, como ya muchos mencionaron, la dificultad en la obtención de las lecturas y, en ocasiones, la cantidad y extensión de las mismas. Asimismo, en su mayoría, fueron lecturas que se alejaban bastante de las canónicas o de las que estábamos acostumbrados a leer, y generalmente requerían un esfuerzo mayor para adentrarse en ellas. Por otro lado, las dificultades respecto al modo de trabajo se hallaron en que fue inusual al llevado con otros profesores, debido a la forma de trabajo en las entregas y formato de las mismas.
Ahora bien, creo que en las mismas dificultades se hallan los aspectos más estimulantes del curso. Las lecturas, en lo personal, abrieron una puerta a todo un mundo desconocido, y es que con ellas se pudo escuchar una importante cantidad de voces usualmente ignoradas o marginadas; por lo mismo obtenerlas fue complicado, sin embargo valió la pena cada búsqueda y desvelada en su lectura. Respecto al modo de trabajo, sí fue extraño, empero este inusitado método a la vez fue como una bocanada de aire fresco, que, con el aporte de comentarios, permitió un trabajo colaborativo entre los miembros del grupo, un compromiso mayor por parte de todos, un deseo de conocimiento e interés genuino respecto a las cosas nuevas y la adquisición de nuevas habilidades.
Finalmente, todos agradecemos a Mondri porque, con su dedicación, pasión y formas de acércanos a estos dos siglos de literatura, permitió una nueva forma de apreciación de las cosas, una cosmovisión más completa, una forma de pensar en muchos niveles que integra una variedad embriagante de voces que crean, conforman y reforman a cada instante la percepción de nuestro mundo y de nosotros mismos frente a él. Sin duda espero con ansias el próximo semestre.
Para finalizar dejo una canción que me recuerda la clase, las lecturas, los compañeros, es decir, todas las voces en voz de Mercedes Sosa.