lunes, 28 de mayo de 2012

Problema de género


¿Sólo existe lo que se nombra? Desde tiempos muy antiguos se tiene la idea que el nombrar algo implica la existencia y el conocimiento de este algo, por ejemplo, en la tradición judeocristiana se sabe que hay un nombre –impronunciable– de Dios.
            Asimismo, naturalmente, el hombre tiende a realizar ciertos procesos de agrupación, por lo que no es de sorprender que para comprender algo o poder asimilarlo a la estructura del pensamiento tenga que señalarse como perteneciente a un grupo mayor. Así clasificamos desde las cosas más simples hasta las más complejas, por ejemplo englobamos dentro del campo de “postres” a pastel, flan y gelatina.
            Empero, ¿qué pasa cuando estas clasificaciones son insuficientes? ¿Qué se puede pasar por alto al resaltar unas características e inhibir otras? ¿Qué hacer ante lo inclasificable? En muchas ocasiones se tiende a juzgar un objeto, una persona o un texto por lo que en la sociedad se ha considerado que es, sin considerar que es posible que posea ciertas características similares o análogas a las propiedades e la etiqueta que se le dio, pero que pueda tener facetas totalmente dispares a éstas. También puede ocurrir que se presente algo que sea tan ecléctico que, pese a varios esfuerzos por encontrarle una etiqueta o un “género”, no pueda resumirse a algo conocido.
            Por poner un ejemplo, durante este semestre en algunas materias se leyó Los infortunios de Alonso Ramírez de Sigüenza y Góngora; sobre dicho texto se suscita toda una discusión entre los críticos y teóricos literarios sobre el género al que pertenece: tratado geográfico, estudio historicista, relación, crónica, biografía, novela, relato de piratas, etcétera. Respecto a la discusión, no creo que buscar un género en que pueda encajar la obra sea lo más adecuado, ya que al hacer esto se cancelan toda otra serie de posibilidades en la interpretación de la novela. Finalmente, para poder vislumbrar esa tipificación de un siglo es necesario que se deje el patrón abierto para apreciar cómo cada uno de los géneros aporta una perspectiva nueva que, a la vez, no limita a las otras.
            Por otra parte, debido a tal división, muchos géneros han sido marginados en relación a otros, por ejemplo, durante el curso se vieron textos de esta índole: diálogos de muertos, textos en forma de catecismo, memorias, etc. Tales obras que se leyeron pueden ser tan importantes o fascinantes como las de los “géneros fuertes”, y por su propia conformación diferente pueden hacer que los lectores sientan igual o más variedad de sensaciones al aproximarse a ellas.
            En conclusión, lo que podemos hacer como lectores es no cerrarnos a las posibilidades y mantener siempre una disposición amplia para disfrutar obras muy variados, para así no limitar ni a los textos ni a nosotros mismos; perspectivas nuevas siempre son enriquecedoras.

            

martes, 15 de mayo de 2012

Marilia: XXXVIII con música

"Se podría llamar al mundo música corporalizada. [...] La música expresa el núcleo más íntimo, previo a toda configuración, o sea, el corazón de las cosas". 
- El nacimiento de la tragedia, F. Nietzsche.


Dentro de las lecturas vistas en el semestre, están los poemas de Gonzaga: Marilia de Dirceo. Éstas fueron algunas de mis lecturas predilectas por la sensación de tranquilidad que transmiten, así como de melancolía. 
Entre todos, el poema que dejó una huella más profunda es el anterior: un lamento de amor, del dolor de las pequeñas cosas que ya no disfrutará por la vejez y la muerte inminente, pero que acepta hasta cierto punto de agrado porque aquella amada, Marilia, sostendrá su mano y estará en el bosque, laberinto de voces, con él. Por otro lado, la música permite expresar lo que de otra manera no se podría; por ello, acompañado con música,  grabé ese vídeo; espero lo disfruten.

lunes, 14 de mayo de 2012

Ciencia ficción: de la galaxia a la realidad.


La ciencia ficción es uno de los tantos subgéneros de la literatura florecida en la década de 1920 cuyo auge se extendió durante todo el siglo pasado y aún perdura hasta nuestros días. Los temas que se tratan son bastante amplios, por poner un ejemplo: inventos o descubrimientos científicos, colonización del mundo exterior, invasión extraterrestre, ucronías, etcétera; en algunos casos se combinan varios temas.
Pese a  la ciencia ficción se ha considerado como un género menor dentro del marco de la narrativa, como una producción más para las masas que para la alta cultura, ha tenido la virtud de crear futuros que extrapolan una o varias características del hombre hasta la formación de sociedades distópicas o apocalípticas. Muchas veces, gracias a la creación de este futuro, se puede jugar irónicamente con perspectivas actuales pero, sobre todo y más importante, se genera la posibilidad de crítica en torno a temas que siempre han preocupado o “causado ruido” al hombre. Así podemos encontrar grandes cuestionamientos en torno a la explotación del hombre por el hombre, el racismo, la lucha de clases o la sexualidad humana.
Inmerso en este género se halla un libro excelente: Galaxias como granos de arena, de Brian W. Aldiss. Se halla dividido en 9 partes:

>>>LOS MILENIOS DE GUERRA: Inalcanzable
>>>LOS MILENIOS ESTÉRILES: Todas las lágrimas del mundo
>>>LOS MILENIOS DE LOS ROBOTS: ¿Quién puede reemplazar a un hombre?
>>>LOS MILENIOS MIXTOS: Perfil devastado
>>>LOS MILENIOS OSCUROS: ¡Oh, Ishrail!
>>>LOS MILENIOS DE LAS ESTRELLAS: Incentivo
>>>LOS MILENIOS DE LOS MUTANTES: Colmena genética
>>>LOS MILENIOS DE LAS MEGALÓPOLIS: El secreto de una ciudad poderosa
>>>LOS MILENIOS FINALES: Ameba visitante

Cada una configura el recorrido a través de incontables milenios por medio de episodios de la vida  de personajes humanos concretos se nos devela el curso de un mundo y una sociedad cambiantes que atraviesan procesos evolutivos e involutivos ya sea biológica o culturalmente. Así vemos guerras, destrucción casi total, el reinado de las máquinas, el ingreso a una sociedad galáctica más avanzada y, por último, al remplazo de la humanidad y su respectiva galaxia por una nueva especie heredera de la nuestra en un nuevo orden cósmico. Inmerso en un tono melancólico, Aldiss plantea un futuro que no tiene intención de existir puesto que se fue agotando a sí mismo a partir de que se blandió la primera arma.
No sólo es peculiar la historia, sino el mismo aspecto formal de la obra al nivel de, por ejemplo, el enlace de las historias o el narrador que van configurando este universo tan singular que al mismo tiempo refleja problemas o situaciones que se han presentado ante la humanidad desde casi su misma existencia. No hay que perder la oportunidad de acercarse a una obra así y sobre todo que estos futuros ficticios provoquen la reflexión sobre nuestra realidad.

domingo, 13 de mayo de 2012

¿Cómo leemos?


¿Alguna vez se han preguntado qué define la forma en qué leemos? ¿Habrá características de cada individuo que predispongan el tipo de lectura que puede hacer? En el texto "Leyéndo(nos) nosotras mismas: hacia una teoría feminista de la lectura" ubicado dentro del libro Otramente: lectura y escritura feministas Patrocinio P. Schweickart menciona algunos aspectos al respecto. 
Parte de mostrar lo que ocurre con la interpretación en tres textos: Una habitación propia de Virginia Woolf, The Autobriography of Malcom X de Malcom X, y la conferencia inaugural de “Arts and Scandals 1982” de Wayne Booth.  Así, encuentra que haciendo una lectura que excluya aspectos tales como la raza, clase y sexo, se está constituyendo una experiencia de lectura utópica. Empero, la crítica de respuesta del lector debe considerar esa parte de la realidad histórica, puesto que, como se halla en J. Culler, “la experiencia de la literatura depende de las cualidades de una persona lectora”.
Luego menciona que la crítica feminista dentro de la literatura ha tomado dos caminos: “el análisis y la discusión de críticos” (énfasis en la mujer como lectora), y “la ginocrítica” (énfasis en la mujer como escritora). En la primera se hace una lectura feminista de textos escritos por hombres, mientras que en la segunda la lectura es sobre textos escritos por mujeres. Asimismo, este tipo de critica es una forma de praxis, es decir, no es solamente interpretar la literatura en modos diversos, sino “cambiar el mundo”.
Para el feminismo, la cuestión de cómo se lee está ligada a qué se lee; así, comienza por notar que el canon literario es androcéntrico y esto repercute seriamente en las lectoras, puesto que dicho tipo de literatura conforma la experiencia de lectura de forma distinta según el género del lector: para el lector masculino, el texto desempeña el papel de lugar de encuentro entre lo personal y lo universal debido precisamente a su género, mientras que en el caso de las mujeres se les enseña a identificarse con un punto de vista masculino, así como consentir como adecuada una cadena de valores que se basa en la misoginia, es decir, es un “llamado a identificarse como hombre al mismo tiempo que se le recuerda que el ser hombre –el ser universal– es ser no mujer”. Lo anterior plantea un proceso de inmasculación de las mujeres por parte de los hombres.
Empero, pese a ello, las mujeres se siguen sintiendo atraídas por esos textos, ya que se hace una inversión de papeles pero manteniendo la visión utópica y, por ello, en tanto que se haga esta reconfiguración feminista, se seguirán cautivando por el texto.
Entonces, sobre este tipo de textos de carácter masculino, se plantea que deben ser analizados con una hermenéutica bipartita: una hermenéutica negativa que devele su complicidad con la ideología patriarcal, y una hermenéutica positiva que recupere el momento utópico (el verdadero centro) en el que se ubica una parte importante de “su fuerza emocional”.
Desde mi punto de vista, como lectora, las mujeres al aproximarnos a una obra rescatamos ese "valor universal" de la obra y vamos más allá de pensar si es un hombre o una mujer quien lo escribió. Asimismo, no considero que que la mejor solución sea leer únicamente libros escritos por mujeres puesto que se perdería la obra tan importante y nada deleznable de muchos hombres, además de que no creo que sea necesario negar la realidad ajena para afirmar la propia y, por ende, excluir a otros para legitimar no es la opción.